Las drogas psicodélicas están experimentando un resurgimiento inusual. Los microdosificadores toman pequeñas cantidades de LSD para funcionar mejor en el trabajo y en la vida cotidiana. En realidad, la droga hippie está asociada con alucinaciones y pérdida de control. Pero la microdosis tiene como objetivo hacerte más poderoso, eficiente y creativo. ¿Puede ser eso realmente? ¿El LSD como cura milagrosa? Esta forma de autooptimización ya es una realidad en Silicon Valley. Y también en Alemania cada vez más personas descubren las microdosis. ¿Qué tan peligrosa es esta tendencia?